TÍTULO: TEODORA, EMPERATRIZ DE BIZANCIO
AUTOR: GILLIAN BRADSHAW
EDITOR: EL PAÍS
TEMA: NOVELA HISTÓRICA
ISBN: 84-9815-236-4
FECHA DE LECTURA: 20/2/2009
VALORACIÓN: 6/10
Se trata de una novela histórica ambientada un siglo después de la caída del Imperio Romano de Occidente, aunque el legado de Roma continuó con el Imperio Bizantino, hasta el año 1453 en que Constantinopla caía en poder de los turcos otomanos.
En aquellos tiempos reinaba en Bizancio Justiniano I, que se propuso recuperar el esplendor de Roma pero que no llegó a conseguirlo, aunque le faltó poco. Una vez finalizado su reinado, los territorios de Bizancio fueron disminuyendo hasta la definitiva caída de la capital.
Justiniano se casó con Teodora que en sus comienzos había trabajado de cómica y había ejercido la prostitución, hasta su boda con el que iba a ser emperador de Bizancio.
La novela comienza con la llegada de un extraño, de nombre Juan, que pide audiencia con la emperatriz y la convence por medio de una carta de que es su hijo, fruto de un antiguo amante que tuvo en la ciudad de Bostra (actual Siria). Segura la emperatriz de que lo que dice es cierto, hace que su hijo, dotado de habilidades administrativas, forme parte del equipo de trabajo de Narsés, el chambelán del reino, al que acaba acompañando en una de sus campañas contra los eslovenos en la Tracia.
Prácticamente todo el protagonismo de la novela se centra en Juan de Beirut (deciden ocultar su origen al emperador, que terminará sospechando algún enredo), bien podía haberse titulado así la novela. Al final de ésta uno de sus hermanastros llega a Constantinopla, lo que hace que Justiniano se dé cuenta del engaño, todo se arregla bastante bien y Juan de Beirut se retira al mando de una región del este del imperio en su tierra, Siria.
La autora introduce un personaje ficticio (realmente existió el hijo ilegítimo pero no se sabe qué fue de él, como la propia autora reconoce al final del libro en el epílogo), ficticio en el sentido de que la historia está novelada partiendo de un hombre que existió y que proporciona la base de una narración en la que Teodora juega un papel secundario. Al final, se hace desaparecer este personaje de un plumazo casi simultáneamente con la muerte de la emperatriz, después de rechazar de ésta su propuesta para que optara al trono.
En la novela, por otra parte, desfilan los personajes más importantes de la época: Narsés, Justiniano, Juan el Capadocio (de forma indirecta), la emperatriz Teodora y finalmente Belisario y su mujer Antonina. Belisario fue uno de los estrategas más brillantes de la antigüedad y sobre él escribió una novela Robert Graves, "El conde Belisario", libro que compré el 17 de febrero para profundizar en la historia (desconocía este libro del autor de "Yo Claudio").
Y la queja de siempre, no habría estado mal colocar algún mapa de ayuda, aunque en este caso no resulta imprescindible.
Finalmente, el libro pertenece a una colección de novela histórica que sacó El País a un precio muy asequible, con libros muy recomendables.
AUTOR: GILLIAN BRADSHAW
EDITOR: EL PAÍS
TEMA: NOVELA HISTÓRICA
ISBN: 84-9815-236-4
FECHA DE LECTURA: 20/2/2009
VALORACIÓN: 6/10
Se trata de una novela histórica ambientada un siglo después de la caída del Imperio Romano de Occidente, aunque el legado de Roma continuó con el Imperio Bizantino, hasta el año 1453 en que Constantinopla caía en poder de los turcos otomanos.
En aquellos tiempos reinaba en Bizancio Justiniano I, que se propuso recuperar el esplendor de Roma pero que no llegó a conseguirlo, aunque le faltó poco. Una vez finalizado su reinado, los territorios de Bizancio fueron disminuyendo hasta la definitiva caída de la capital.
Justiniano se casó con Teodora que en sus comienzos había trabajado de cómica y había ejercido la prostitución, hasta su boda con el que iba a ser emperador de Bizancio.
La novela comienza con la llegada de un extraño, de nombre Juan, que pide audiencia con la emperatriz y la convence por medio de una carta de que es su hijo, fruto de un antiguo amante que tuvo en la ciudad de Bostra (actual Siria). Segura la emperatriz de que lo que dice es cierto, hace que su hijo, dotado de habilidades administrativas, forme parte del equipo de trabajo de Narsés, el chambelán del reino, al que acaba acompañando en una de sus campañas contra los eslovenos en la Tracia.
Prácticamente todo el protagonismo de la novela se centra en Juan de Beirut (deciden ocultar su origen al emperador, que terminará sospechando algún enredo), bien podía haberse titulado así la novela. Al final de ésta uno de sus hermanastros llega a Constantinopla, lo que hace que Justiniano se dé cuenta del engaño, todo se arregla bastante bien y Juan de Beirut se retira al mando de una región del este del imperio en su tierra, Siria.
La autora introduce un personaje ficticio (realmente existió el hijo ilegítimo pero no se sabe qué fue de él, como la propia autora reconoce al final del libro en el epílogo), ficticio en el sentido de que la historia está novelada partiendo de un hombre que existió y que proporciona la base de una narración en la que Teodora juega un papel secundario. Al final, se hace desaparecer este personaje de un plumazo casi simultáneamente con la muerte de la emperatriz, después de rechazar de ésta su propuesta para que optara al trono.
En la novela, por otra parte, desfilan los personajes más importantes de la época: Narsés, Justiniano, Juan el Capadocio (de forma indirecta), la emperatriz Teodora y finalmente Belisario y su mujer Antonina. Belisario fue uno de los estrategas más brillantes de la antigüedad y sobre él escribió una novela Robert Graves, "El conde Belisario", libro que compré el 17 de febrero para profundizar en la historia (desconocía este libro del autor de "Yo Claudio").
Y la queja de siempre, no habría estado mal colocar algún mapa de ayuda, aunque en este caso no resulta imprescindible.
Finalmente, el libro pertenece a una colección de novela histórica que sacó El País a un precio muy asequible, con libros muy recomendables.