Hace dos días me enviaron por correo el enlace del vídeo que la organización ha preparado de la II Carrera de las Empresas Valencianas, en la que participé (hacer clic aquí para ver mis datos):
A destacar el corredor que ha hecho la carrera con su hijo, acabando en 34 minutos y la idea de seguir haciéndolo así por razones solidarias.
Además, dicho sea de paso, aparezco en el vídeo, brevemente pero se me reconoce (si me conoces), no voy a decir dónde pero voy a dar una pista: no estoy en la entrega de premios.
El fin de semana se ha levantado muy lluvioso en Valencia. Sin embargo, me había apuntado a la II carrera de las empresas valencianas varias semanas antes y no era cuestión de darse la vuelta y quedarse en la cama (por supuesto, nunca se me pasó por la cabeza, aunque hubiera caído el diluvio universal).
La pista de atletismo del Río Turia poco tiempo después de acabar la carrera
Según iba hacia el parque del Río Turia llovía pero dejó de hacerlo al llegar al río. Sorprendentemente no llovió durante la carrera y pocos minutos después de acabar volvió a empezar, por lo que el tiempo para correr fue ideal, fresco y sin lluvia.
Los que íbamos por libre comenzamos a las 9:10, el resto de equipos lo hacía a las 9:20, no he hecho mala carrera, a poco más de 4:30 min/km (las últimas semanas estaba corriendo a 5 min/km).
Los datos de la clasificación general están aquí (he quedado el 167/653, había más de 800 inscritos según los organizadores) y el recorrido y los tiempos que tomé con el GPS del móvil se pueden consultar aquí (ampliando el mapa se puede ver la pista de atletismo desde donde salimos).
Lo mejor de la carrera: no llovió, corrí bastante bien y los últimos 300 metros por la pista de atletismo, como hace muchos, muchos años...
(Enlace relacionado: otra de mis carreras, Valencia al mar.)
Este sábado también estuve en el Parque de Cabecera, después de ver el estado del Turia (ver entrada anterior) me acerqué para hacer tiempo al Parque de Cabecera, serían aproximadamente las 9:30 de la mañana.
Al acercarme, observé que una multitud de patos y cisnes se me acercaba (estaba solo, salvo algún corredor despistado). Imaginaba que al ver a alguien acercarse, "pensarían" que podría echarles algo de comer.
Lo sorprendente llegó después, cuando efectivamente, se acercó una persona con una bolsa (imagino que era algún técnico del parque) dispuesto a dar de comer a los patos. Y éstos, por supuesto, se pusieron a ello, en fila india:
Se ve mi sombra, pero no podía hacer nada con el sol que tenía a mi espalda... además la imagen es realmente curiosa. La razón de la fila india es que la persona que les daba de comer, hacía una hilera con comida encima de las piedras.
Los patos no tenían inconveniente en acercarse, con lo que pude obtener estas imágenes de un pato de cabeza colorada y bastante bien alimentado (lo lamento, pero no sé la especie):
En definitiva, sin quererlo, un interesante paseo, ah, una cosa más, ¿qué es lo que no pega en la siguiente foto?: