El marciano (foto tpsdave, pixabay) |
Año: 2015
Temática: Ciencia ficción
Trama: Una misión a Marte debe abandonar precipitadamente el planeta por una tormenta de aire. Un accidente hace que dejen atrás a uno de los componentes de la tripulación al que dan por muerto.
Director: Ridley Scott
Intérpretes: Matt Damon, Jessica Chastain
Puntuación:
Puntuación:
- Temática:8
- Guión: 6
- Desarrollo:6
- Interés: 8
- Intérpretes: 6
- Nota: 6/10
Breve reseña
Vi la película en octubre del año pasado. Acabo de terminar el libro y dudaba entre reseñar el libro o la película, me he decidido por esta última.
Esperaba con bastante interés la película basada en el libro El marciano de Andy Weir dirigida por Ridley Scott.
Las buenas críticas recibidas por la novela de ciencia ficción hacían pensar en un material bastante bueno para preparar una película solvente. Además, su director tiene un reconocido prestigio con obras como Alien el octavo pasajero (una obra maestra).
De entrada, el planteamiento es muy interesante. El equipo de una misión espacial en Marte es sorprendido por una tormenta de arena que hace recomendable que abandonen el planeta. Cuando los astronautas están regresando al vehículo de escape (VAM), uno de ellos es alcanzado por un objeto, el resto lo da por muerto y despegan hacia la nave Hermes, que está girando en la órbita de Marte. Comienzan el viaje de regreso a la Tierra.
Por supuesto el astronauta, interpretado por Matt Damon, no está muerto y decide hacer todo lo posible por sobrevivir el tiempo necesario hasta que la próxima misión llegue al planeta, la friolera de 4 años después.
La película empezó muy bien. El aspecto técnico de cada uno de los elementos puestos en acción se trata con bastante precisión.
Quizá sea ese su principal defecto. La narración del protagonista dirigiéndose al lector/espectador, no está exenta de cierta ironía y humor. Esto hace que la película fluya bastante bien, hasta que ha acabado con todos los preparativos: consigue comida (cultiva patatas) y más agua (a partir de la hidracina, combustible para cohetes).
La primera parte de la película, por lo tanto, se centra en qué va a hacer por sobrevivir: el agua y la alimentación.
Vi la película en octubre del año pasado. Acabo de terminar el libro y dudaba entre reseñar el libro o la película, me he decidido por esta última.
Esperaba con bastante interés la película basada en el libro El marciano de Andy Weir dirigida por Ridley Scott.
Las buenas críticas recibidas por la novela de ciencia ficción hacían pensar en un material bastante bueno para preparar una película solvente. Además, su director tiene un reconocido prestigio con obras como Alien el octavo pasajero (una obra maestra).
De entrada, el planteamiento es muy interesante. El equipo de una misión espacial en Marte es sorprendido por una tormenta de arena que hace recomendable que abandonen el planeta. Cuando los astronautas están regresando al vehículo de escape (VAM), uno de ellos es alcanzado por un objeto, el resto lo da por muerto y despegan hacia la nave Hermes, que está girando en la órbita de Marte. Comienzan el viaje de regreso a la Tierra.
Por supuesto el astronauta, interpretado por Matt Damon, no está muerto y decide hacer todo lo posible por sobrevivir el tiempo necesario hasta que la próxima misión llegue al planeta, la friolera de 4 años después.
La película empezó muy bien. El aspecto técnico de cada uno de los elementos puestos en acción se trata con bastante precisión.
Quizá sea ese su principal defecto. La narración del protagonista dirigiéndose al lector/espectador, no está exenta de cierta ironía y humor. Esto hace que la película fluya bastante bien, hasta que ha acabado con todos los preparativos: consigue comida (cultiva patatas) y más agua (a partir de la hidracina, combustible para cohetes).
La primera parte de la película, por lo tanto, se centra en qué va a hacer por sobrevivir: el agua y la alimentación.
La segunda parte es saber cómo va a poder comunicarse con la
tierra. Esta parte es más complicada, porque lo dan por muerto, y para que
alguien escuche debe ser consciente de que hay algo que escuchar.
Uno de los satélites artificiales de Marte detecta que hay algo en
movimiento, así conocen en la tierra que está vivo. Por su parte, el astronauta cae en la cuenta de que no lejos de allí está por
algún lugar perdida la Pathfinder, uno de los vehículos de Marte de más éxito
en la exploración espacial.
Llega allí después de varios días, enchufa la sonda y parece que transmite. Desde la Tierra, que
han visto sus movimientos deducen lo mismo y establecen comunicación con él.
Después de un accidente en el habitáculo, pierde la plantación, lo que hace que los planes se precipiten y deba hacer un viaje de más de 3.000 kilómetros.
A partir de aquí, la película se enfoca en los responsables en tierra y empieza a fallar el guión, el libro se centra siempre en el astronauta, el resto es accesorio.
Como aficionado a la ciencia ficción en general y a los aspectos técnicos en particular (deformación profesional) me ha parecido relevante el interés del autor - ahora hablo del libro - en hacer verosímil la supervivencia del astronauta. La presencia de hombres en Marte es cuestión de tiempo (aunque probablemente faltan todavía muchos años para que lo veamos).
Sin embargo se termina haciendo un poco pesada la continua relación de las reparaciones que va haciendo para lograr salir vivo de la misión.
A partir de aquí, la película se enfoca en los responsables en tierra y empieza a fallar el guión, el libro se centra siempre en el astronauta, el resto es accesorio.
Como aficionado a la ciencia ficción en general y a los aspectos técnicos en particular (deformación profesional) me ha parecido relevante el interés del autor - ahora hablo del libro - en hacer verosímil la supervivencia del astronauta. La presencia de hombres en Marte es cuestión de tiempo (aunque probablemente faltan todavía muchos años para que lo veamos).
Sin embargo se termina haciendo un poco pesada la continua relación de las reparaciones que va haciendo para lograr salir vivo de la misión.
Además, hacer un viaje de más de 3.000 kilómetros por un planeta inexplorado como si fuera una bola de billar me parece casi imposible (¿os imagináis recorrer 3.000 km en la Tierra con un todo-terreno aunque tengas energía de sobra?). Es verdad que allí no hay árboles ni ríos pero ¿pendientes, riscos, alturas insalvables? Y resulta que tiene problemas en una rampa de arena al bajar a un cráter...
En general el libro es entretenido, a veces trepidante: está bien para pasar un rato sin muchas pretensiones literarias ni filosóficas.
En general el libro es entretenido, a veces trepidante: está bien para pasar un rato sin muchas pretensiones literarias ni filosóficas.