Así es, tres meses después de comenzar mi incursión "directa" en el fascinante mundo de la WEB 2.0 (apertura de este blog, una cuenta en flickr, y otras cosas que uno va aprendiendo poco a poco...) es bastante probable que me afecten cambios importantes y como soy bastante optimista pienso que, incluso en estos tiempos de crisis, serán para bien.
Y para ilustrar esta entrada, una fotografía de una planta a la que no han afectado los cambios drásticos que ha tenido que padecer (como sabe todo el mundo, este año el invierno ha sido revuelto y frío).
La llaman, entre otros nombres, inmortal o siempreviva y con bastante razón, porque en las fechas en las que estamos, tengo la planta con muchas flores como las que se ven en la foto, en pleno invierno, un motivo más para el optimismo.
Respecto al blog, como se puede apreciar es complicado mantenerlo vivo, pero esa es mi intención aunque ahora vaya a costarme algo (bastante) más.
Edito (24/01/09). Aguantó las bajas temperaturas, pero no el viento... menos mal que no creo en los malos augurios.
Edito (28/03/09). A los dos meses de mi primera edición, la situación ha empeorado ostensiblemente, sin embargo, brotaron más inmortales y yo sigo sin creer en los malos augurios.
Y para ilustrar esta entrada, una fotografía de una planta a la que no han afectado los cambios drásticos que ha tenido que padecer (como sabe todo el mundo, este año el invierno ha sido revuelto y frío).
La llaman, entre otros nombres, inmortal o siempreviva y con bastante razón, porque en las fechas en las que estamos, tengo la planta con muchas flores como las que se ven en la foto, en pleno invierno, un motivo más para el optimismo.
Respecto al blog, como se puede apreciar es complicado mantenerlo vivo, pero esa es mi intención aunque ahora vaya a costarme algo (bastante) más.
Edito (24/01/09). Aguantó las bajas temperaturas, pero no el viento... menos mal que no creo en los malos augurios.
Edito (28/03/09). A los dos meses de mi primera edición, la situación ha empeorado ostensiblemente, sin embargo, brotaron más inmortales y yo sigo sin creer en los malos augurios.