Hace muchos, muchos años, un grupo de amigos fuimos una noche de agosto a las afueras de la ciudad de Valladolid para ver la lluvia de estrellas (las Perseidas o lágrimas de San Lorenzo) que habían anunciado con profusión los medios de comunicación. Estuvimos casi hasta el amanecer, acabamos todos con tortícolis y no vimos ni una sola estrella fugaz.
Otro grupo de amigos propuso hacer algo parecido el martes 13 de agosto y decidí que podía ser interesante a sabiendas de que quizás no veríamos nada.
Fuimos a El Garbí, en la sierra Calderona, muy cerca de Sagunto, un sitio boscoso, muy bonito para ir de merienda con la familia y los amigos pero muy poco apropiado para ver estrellas. Pero no habíamos ido a ver estrellas, sino estrellas fugaces. Y sorprendentemente vimos una gran cantidad de ellas. Yo conté 5 y sumando a las que vio el resto de la gente se puede decir que en dos horas veríamos unas 12, lo que efectivamente no se ve todos los días.
Aunque el lugar no era propicio para fotos, alguna hicimos. En la siguiente foto se puede ver bastante bien la osa mayor, la estrella polar y la osa menor, esta última con más dificultad:
Parámetros de la toma (en las dos fotos con objetivo TOKINA SD 12-24 f4 (IF) DX):
- Tv: 30 s (velocidad de obturación=tiempo de exposición)
- Av: 4,5 (apertura de diafragma)
- ISO 100
- distancia focal 15mm
- enfoque manual
La siguiente es una fotografía circumpolar (centrada en la estrella polar) con larga exposición (unos 20 minutos). Enfoqué a la polar "por fuera" porque no lograba verla con el ocular, a juzgar por la foto no apunté demasiado mal. Se puede apreciar por el color amarillento la enorme contaminación lumínica de la zona:
Parámetros de la toma:
- Tv: 1.211 s (velocidad de obturación=tiempo de exposición)
- Av: 4,5 (apertura de diafragma)
- ISO 100
- distancia focal 12mm
- enfoque manual