sábado, 23 de abril de 2016

FAHRENHEIT 451 o el donoso escrutinio

fahrenheti 451
Fahrenheit 451 (fotografía Pezibear, pixabay)


Título: Fahrenheit 451
Año: 1966
Temática:Ciencia Ficción
Trama: En una sociedad distópica, donde los libros están prohibidos por el bien de los ciudadanos, a uno de ellos le entra la duda...
Director: François Truffaut
- Temática:9
- Guión: 9
- Desarrollo: 8
- Interés:10
- Intérpretes: 7
- Nota: 9/10 

Fahrenheit 451

Hace poco hablaba de la cita que encabeza el libro de Ray Bradbury Fahrenheit 451en el que se basa la película y a la que Truffaut da un toque especial.

Se trata de una película visionaria, propia de la ciencia ficción de calidad, e incide sobre problemas que siguen afectando a nuestra sociedad. La falta de valores, programas de televisión huecos, la falta de madurez. La inactividad manifiesta de una sociedad aletargada e indolente, que no quiere problemas. No reconocemos que la esencia misma de nuestro desarrollo, lo que nos ha permitido llegar a altas cotas de conocimiento es la inquietud, la curiosidad, el deseo de saber, la capacidad crítica.

Todos hemos estudiado humanidades. La invención de la imprenta por Gutemberg significó una revolución al permitir la transmisión masiva del conocimiento a través de los libros. Internet ha provocado una revolución similar. Y todo ello ha originado siempre el deseo de controlar ese flujo de información.

En el mundo extraño que nos presenta la película, los bomberos ya no tienen que apagar fuegos (las casas son incombustibles), ahora hacen piras de libros; son los representantes del poder que vela por el bien de los "súbditos", para que no tengan problemas ni piensen demasiado. El poder apaga la llama creativa - la esencia del progreso de una sociedad -, con fuego.

Todo lo malo, representado por las ideas, debe ser erradicado por el bien de la sociedad, el leitmotiv de cualquier dictadura (alguien decide, con unos cuantos acólitos, lo que es bueno para todos).

En la sociedad de Fahrenheit 451, "la dictadura" se ha impuesto por la desidia de la ciudadanía. Los estudios de historia y humanidades se fueron dejando ("...hacía 40 años, cuando los últimos centros de humanidades tuvieron que cerrar a causa de los pocos alumnos y la falta de apoyo económico"). No servían para nada. Cada vez la gente leía menos, así se llegó a la conclusión de que debía prescindirse de los libros.

La gente está bien sin problemas. Les proporcionamos todo a cambio de que no piensen. Y todo es: el entretenimiento basado en el sexo y la televisión de programas basura e información sesgada. Y la película es del año 1966 (en la que además podemos ver pantallas planas similares a las de ahora).

En el libro y en película se deja entrever que el gobierno dispone a discreción de los hombres para la guerra u otros menesteres pero que no informa de nada. La información está controlada. Es una auténtica pesadilla vista desde fuera, desde nuestros propios ojos.

Como no podía ser menos, hay antisociales (llámalos subversivos, traidores, comunistas de la época) que esconden y leen libros. No colaboran. Hay que quemarlos. Los libros y, si es menester, también a sus lectores.

En la primera batida que vemos, los ociosos bomberos encuentran una biblioteca y comienzan con el donoso escrutinio, al igual que el barbero y el cura de Don Quijote. De hecho, el primer libro que va hacia la pila es El Quijote. Un homenaje extraordinario de Truffaut a nuestra cultura, ideal para esta entrada que se publica en el día del libro, 400 años después de la muerte de Cervantes. Y la película se cierra también con la mención, en castellano, de Dulcinea del Toboso. No es la única muestra de nuestra cultura en la película.

En Fahrenheit 451, a diferencia de Don Quijote (que salvó entre otros al Tirant lo Blanch), no se libra ningún libro de la quema.

¿Cómo resolver el problema que plantea la película? Los antisociales huyen, las autoridades los dan por desaparecidos o se inventan historias para mantener a la gente tranquila. 

Los huídos acaban en un punto de encuentro, donde leen y aprenden de memoria los libros. Se transforman en gente-libro y se llaman como el libro que han aprendido. La tétrica película desemboca en un paraíso de humanidad, donde todo se recuerda, se memoriza. El posible comienzo de una nueva era, como empezó en los albores de la historia, con la transmisión consuetudinaria del conocimiento (generación a generación) que estudiamos hace muchos años en las lecciones de humanidades.

Ignoro si ahora estudiarán estas cosas las nuevas generaciones o si algún día no lejano dejarán de hacerlo. No concibo que dejen de estudiarse las humanidades, esenciales para comprender quienes somos y mejorar nuestra capacidad crítica.

No puedo evitar la referencia: hemos votado en diciembre de 2015 a unos políticos para que hicieran su trabajo. Depositamos un papel en una urna aquel día. Ese ha sido nuestro enorme esfuerzo. Para qué pensar más. Ya piensan los políticos por nosotros. Seis meses después nos van a obligar a ir a las urnas otra vez porque han sido incapaces de hacer su trabajo. Pero nos da igual, es decir, no vamos a hacer ni exigir nada. Y lo saben.

Fahrenheit 451Una película enorme, un magnífico libro. Leedlo antes de que llegue el coco.

jueves, 21 de abril de 2016

El juez

El juez
El juez (activedia, pixabay)


Título: El juez
Año: 2015
Temática: Drama
Trama: Un juez se dispone a aplicar la ley con rigor en el juicio de un hombre al que se acusa de asesinar a su bebé. El juez lleva una vida triste y anodida, vive por y para su trabajo, la ley es lo único en lo que te puedes apoyar porque no puedes conocer nunca la verdad. Su forma de ver las cosas cambia cuando descubre entre los miembros del jurado a un antiguo amor.
Director: Christian Vincent
Intérpretes: Fabrice Luchini, Sidse Babett Knudsen, Miss Ming, Berenice Sand, Claire Assali, Floriane Potiez, Corinne Masiero 

Puntuación

- Temática: 6
- Guión: 6
- Desarrollo: 5
- Interés: 6
- Intérpretes: 8
- Nota: 6/10 

Breve reseña


Tomando como base argumental un juicio por la muerte de un niño pequeño, se ve la soledad de un hombre ya bastante mayor que se sostiene con las verdades que le proporciona la ley, sin ningún otro objetivo en la vida.

Sin embargo, la situación cambia cuando entre los miembros del jurado reconoce a una mujer con la que tuvo un contacto fugaz pero intenso en el pasado. 

La selección del jurado, gente bastante gris, sirve para ofrecer la imagen de un pueblo francés que narra los problemas de la sociedad en Francia, especialmente del mestizaje o más bien la concurrencia de culturas. Contrasta con las luminosas imágenes que solemos ver en el cine francés. Del mismo director tuve la oportunidad de ver "La discrete", en la que también prevalecía en cierto modo el lado gris de la sociedad francesa (o tal vez el lado real, quién sabe).

Aunque no está permitido que un juez se vea con un miembro del jurado, se reúne un par de veces con su amor imposible. En el segundo encuentro, el juez comienza a recitar un hermoso poema, aunque al final una molesta llamada de móvil lo corta. Como la vida misma. 

La película resulta especialmente intensa en el momento del poema, pero pienso que la historia del juicio y su desarrollo aporta el contenido necesario para que no se quede en nada.

Carmen (que ya ha colaborado en este blog), vio la película conmigo y se apresuró a tomar nota de los pocos versos que el juez tuvo oportunidad de recitar, encontrando la poesía, que pongo completa porque vale la pena y creo que es la base en la que se sostiene la película:

"Quiero dedicar este poema
A todas las mujeres que amamos
Durante algunos instantes secretos
A las que conocemos apenas
A las que arrastra un destino distinto

y no volvemos a ver más.
A la que vemos aparecer un segundo en su ventana
Y que rápidamente se desvanece,
Pero cuya esbelta silueta
Es tan graciosa y delicada
Que nos quedamos maravillados.
A la compañera de viaje
Cuyos ojos, encantador paisaje,
Hacen parecer corto el camino.
Que somos los únicos en comprenderla
Y que dejamos sin embargo bajar
Sin haber rozado su mano.
A las que están ya comprometidas
Y que, viviendo horas grises,
Cerca de un ser demasiado diferente,
Nos han dejado, inútil locura,
Ver la melancolía de un futuro desesperante.
Queridas imágenes vistas,
Esperanza frustrada de un día,
Mañana estaréis en el olvido
Con un poco de felicidad que tengamos.
Es raro que nos acordemos
De los episodios del camino.
Pero si hemos fracasado en la vida
Pensamos con un poco de ganas
En todas esas felicidades entrevistas,
En los besos que no osamos tomar,
En los corazones que debían esperarnos,
En los ojos que no hemos vuelto a ver.
Entonces, en las noches de hastío,
Cuando pueblan nuestra soledad
Los fantasmas del recuerdo,
Lloramos los labios ausentes
De todas las bellas fugaces
Que no supimos retener"
"Les passantes"- Antoine Pol- Georges Brassens.

martes, 19 de abril de 2016

El marciano (The Martian)

El marciano
El marciano (foto tpsdave, pixabay)
Título: Marte (The Martian) 
Año: 2015 
Temática: Ciencia ficción 
Trama: Una misión a Marte debe abandonar precipitadamente el planeta por una tormenta de aire. Un accidente hace que dejen atrás a uno de los componentes de la tripulación al que dan por muerto. 
Director: Ridley Scott
Intérpretes: Matt Damon, Jessica Chastain 


Puntuación:
- Temática:8
- Guión: 6 - Desarrollo:6
- Interés: 8
- Intérpretes: 6
- Nota: 6/10 
 
Breve reseña
Vi la película en octubre del año pasado. Acabo de terminar el libro y dudaba entre reseñar el libro o la película, me he decidido por esta última.

Esperaba con bastante interés la película basada en el libro El marciano de Andy Weir dirigida por Ridley Scott.

Las buenas críticas recibidas por la novela de ciencia ficción hacían pensar en un material bastante bueno para preparar una película solvente. Además, su director tiene un reconocido prestigio con obras como Alien el octavo pasajero (una obra maestra).

De entrada, el planteamiento es muy interesante. El equipo de una misión espacial en Marte es sorprendido por una tormenta de arena que hace recomendable que abandonen el planeta. Cuando los astronautas están regresando al vehículo de escape (VAM), uno de ellos es alcanzado por un objeto, el resto lo da por muerto y despegan hacia la nave Hermes, que está girando en la órbita de Marte. Comienzan el viaje de regreso a la Tierra.

Por supuesto el astronauta, interpretado por Matt Damon, no está muerto y decide hacer todo lo posible por sobrevivir el tiempo necesario hasta que la próxima misión llegue al planeta, la friolera de 4 años después.

La película empezó muy bien. El aspecto técnico de cada uno de los elementos puestos en acción se trata con bastante precisión.

Quizá sea ese su principal defecto. La narración del protagonista dirigiéndose al lector/espectador, no está exenta de cierta ironía y humor. Esto hace que la película fluya bastante bien, hasta que ha acabado con todos los preparativos: consigue comida (cultiva patatas) y más agua (a partir de la hidracina, combustible para cohetes).

La primera parte de la película, por lo tanto, se centra en qué va a hacer por sobrevivir: el agua y la alimentación.


La segunda parte es saber cómo va a poder comunicarse con la tierra. Esta parte es más complicada, porque lo dan por muerto, y para que alguien escuche debe ser consciente de que hay algo que escuchar.

Uno de los satélites artificiales de Marte detecta que hay algo en movimiento, así conocen en la tierra que está vivo. Por su parte, el astronauta cae en la cuenta de que no lejos de allí está por algún lugar perdida la Pathfinder, uno de los vehículos de Marte de más éxito en la exploración espacial.

Llega allí después de varios días, enchufa la sonda y parece que transmite. Desde la Tierra, que han visto sus movimientos deducen lo mismo y establecen comunicación con él.

Después de un accidente en el habitáculo, pierde la plantación, lo que hace que los planes se precipiten y deba hacer un viaje de más de 3.000 kilómetros.

A partir de aquí, la película se enfoca en los responsables en tierra y empieza a fallar el guión, el libro se centra siempre en el astronauta, el resto es accesorio. 

Como aficionado a la ciencia ficción en general y a los aspectos técnicos en particular (deformación profesional) me ha parecido relevante el interés del autor - ahora hablo del libro - en hacer verosímil la supervivencia del astronauta. La presencia de hombres en Marte es cuestión de tiempo (aunque probablemente faltan todavía muchos años para que lo veamos).

Sin embargo se termina haciendo un poco pesada la continua relación de las reparaciones que va haciendo para lograr salir vivo de la misión.

Además, hacer un viaje de más de 3.000 kilómetros por un planeta inexplorado como si fuera una bola de billar me parece casi imposible (¿os imagináis recorrer 3.000 km en la Tierra con un todo-terreno aunque tengas energía de sobra?). Es verdad que allí no hay árboles ni ríos pero ¿pendientes, riscos, alturas insalvables? Y resulta que tiene problemas en una rampa de arena al bajar a un cráter...

En general el libro es entretenido, a veces trepidante: está bien para pasar un rato sin muchas pretensiones literarias ni filosóficas.

domingo, 17 de abril de 2016

Pero... ¿Hubo alguna vez once mil vírgenes?

La idea de leerlo proviene también de un club de lectura. Es un libro del que no resulta fácil hacer una reseña.


http://www.casadellibro.com/libro-pero-hubo-alguna-vez-once-mil-virgenes/9788437607603/23575
TÍTULO: Pero... ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?
AUTOR: Enrique Jardiel Poncela
EDITOR: Cátedra
TEMA: Novela

ISBN:  978-84-376-0760-3
FECHA DE LECTURA: 29/3/2016
VALORACIÓN: 5/10



(Aviso: al igual que el editor en su prólogo, hablo de parte de la trama)

El prólogo del editor (que en sus comentarios de la edición a veces resulta empalagoso) captó mi interés acerca de Jardiel Poncela que vivió su vida intensamente y al final tuvo que ser ayudado económicamente por gente como Fernando Fernán Gómez.

Cátedra se caracteriza por la calidad de sus ediciones de clásicos, esta no es una excepción, aunque yo no llamaría clásico a este libro.

El título ya es bastante peculiar aunque tiene su origen en una inscripción mal interpretada de la que se habla al final del libro. En Internet hay varias referencias. Como se puede comprender, la elección del título en este caso es un muestra del generoso machismo que refleja el libro.

Quizás se pueda leer de dos formas: pensando que es un libro humorístico y por lo tanto no preocuparse demasiado por lo que dice; se podría pensar además que, al igual que hoy, el autor sabía que hay temas que siempre venden y las razones por lo tanto fueran comerciales. O bien, se puede considerar que es un libro que refleja una época que en determinados aspectos es interesante olvidar.

A la segunda forma de pensar contribuye el hecho de que el editor del libro confirme que Poncela tenía un catálogo de conquistas y que por lo tanto él mismo sea representante de una época un poco rancia en la forma de tratar las relaciones de pareja entre hombre y mujer (aparte de otras ranciedades).

En algunos casos, Jardiel Poncela muestra ingenio, en muchos otros es humor de bar lo que leemos ("hay mujeres que no colaboran en la creación de niños y niñas [...] deben tener otro fin: tranquilizar al hombre"), a veces bastante desagradable de leer por excesivo, no me atrevo a poner ejemplos.

Jardiel Poncela escribió cuatro novelas, esta fue la tercera, después se dedicó en exclusiva al teatro. En el libro hay varias referencias (marcadas por asteriscos) a otras obras suyas, por lo que es posible que su producción literaria estuviera condicionada a los rendimientos económicos de sus obras.

"Pero... hubo alguna vez once mil vírgenes", escrito en 1931 y cuya acción se desarrolla en 1927, es una novela sorprendentemente subida de tono.

Subida de tono, pero sin fundamento. Pedro de Valdivia, el nuevo don Juan, dedica su gran fortuna a añadir trofeos a su catálogo de mujeres, que supera los 37000, tiene incluso secretarias que gestionan sus encuentros y citas y no pierde ocasión incluso si va en tren. El catálogo consta de fichas de papel numeradas.

Al salir de un hotel, una mujer le invita a una copa pero al final de la velada le dice que le aburre, es decir, le da calabazas, la primera vez en su vida. Pasan después una serie de capítulos que reflejan un mes de su vida (y en parte se relata su vida anterior).

Durante este mes sigue con escarceos amorosos y despropósitos varios, por ejemplo encuentra a un joven debajo de su cama. Pretendía robarle el catálogo porque no se comía una rosca. A Pedro le cae bien y le enseña algunos trucos, entre ellos el listado de los 73 sistemas de seducción ("a fuerza de silencios" uno de ellos, valga como ejemplo).

A lo largo del libro, Jardiel Poncela hace varias listas, "73 sistemas de seducción", "10 razones por las que la mujer es igual que un automóvil" "Tratado teórico del sinvergüenza", etc. Un precursor sin duda de las listas de internet a las que somos tan aficionados los blogueros.


Al transcurrir el mes,  un aristócrata le ofrece 200.000 pesetas de la época por enamorar a la prometida de un familiar octogenario que está a punto de morir y de privarles de su herencia a él y a otros miembros de su familia, si se casa.

Al hacer frente al encargo, se encuentra que la prometida es la amante díscola del principio. Después de días sin hacer nada, los herederos envenenan al marqués pero con tan mala suerte que muere  después de casarse. Pedro Valdivia cae malo y desesperado pero ella, (que después de la muerte de su marido octogenario se ha prometido casualmente al que se encontró debajo de su cama), le tiende la mano después de verlo tan mal y le dice que está loca por él.

Va al encuentro de su amada pero una circunstancia absurda hace que el amor se frustre definitivamente.

Vende todas sus propiedades, se va a Niza, se lo gasta en el casino de Montecarlo y se pega un tiro.

El libro se deshace en una enorme cantidad de chascarrillos de bar respecto a la mujer, de los que he dado una muy pequeña muestra.

Llama la atención una serie de efectos visuales que aunque no son invención de Jardiel Poncela, son bastante novedosos y algunos están muy logrados.

Sin embargo, el poso del libro refleja una sociedad rancia, incluso en la época de apertura en que fue escrito. Es una historia con poco contenido, algo de crítica social ("Ser rico es una patente de corso: la sociedad te tolerará todo mientras puedas encender tus cigarros con billetes de 1000 pesetas") pero escrita para divertir a una sociedad machista

Finalizo con una cita de Stendhal, que Jardiel Poncela incluye en la novela: "La mujer y el libro que necesitamos llegan a nuestra mano sin buscarlos". 

Seguiré buscando el libro que necesito.

viernes, 15 de abril de 2016

Concurso #tribulectora en twitter

Me acabo de enterar y me apresuro a ponerlo porque finaliza dentro de pocos días (19 de abril). El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte pone en marcha el concurso #tribulectora dentro de los actos dedicados a conmemorar el día del libro en el año en que se cumplen los 400 años de la muerte de Cervantes.

Se trata de mandar un mensaje a través de twitter con el hashtag (etiqueta) #tribulectora a la cuenta @observalibro. En el mensaje debe darse el título de un libro y comentar por qué ha resultado significativo o importante para ti. Vídeo promocional.

Puede enviarse más de un mensaje, el vencedor se conocerá el 29 de abril. El premio es un lote de libros (finalistas) y una visita por el Madrid cervantino (ganador).

Aquí mi tuit:

Mortal y Rosa es un libro de Francisco Umbral, para mi fue un descubrimiento. Lo leí hace unos meses.
Animaos a participar.

jueves, 14 de abril de 2016

Crematorio

Advierto que hablo de la trama, aunque eso no te debería impedir leer esta magnífica novela.

Construyendo (Peter Dargatz, pixabay)
TÍTULO: Crematorio 
AUTOR: Rafael Chirbes
EDITOR: Anagrama
TEMA: Novela

ISBN:  978-84-339-7376-4
FECHA DE LECTURA: 3/3/2016
VALORACIÓN: 9/10



A lo largo de los últimos años hemos visto día tras día sucederse episodios de corrupción relacionados con el mundo de la construcción.

Falta de calidad, acabados lamentables, salarios impensables para gente con muy poca formación y ganancias de escándalo para los que dominaban los mercados.

En Crematorio sobrevuela la atmósfera de corrupción de los años de la burbuja de la construcción, enfocada en un protagonista que tiene pocos escrúpulos. 

A Rubén Bertomeu, el constructor, le dan igual las ideas políticas y quien esté en el poder. Las ideas que tenía de joven no importan. El poder de cambiar las cosas se consigue con el dinero, no con ideas utópicas.

Sin embargo, Crematorio no es una novela que hable de la corrupción. Habla de las personas, de sus sentimientos, envidias, ambiciones y defectos. La corrupción es un velo que envuelve las historias de los protagonistas de la novela. 

El estilo narrativo de Chirbes es directo, sin concesiones, el mismo libro está construido palabra a palabra, sin huecos y sin puntos y aparte. La palabra como ladrillo de una gran novela

La historia se va construyendo a partir de cada uno de los personajes. Chirbes pasa la palabra de uno a otro de los protagonistas en cada capítulo.

Crematorio comienza el día de la muerte del hermano de Rubén que genera un trastorno en toda la familia y principalmente en él, que cuenta su parte de la historia desde un coche, en un inmenso atasco en Misent (población imaginaria) y con todo el calor del verano.

Nos enteramos vagamente de que su madre y su hermano no lo avalaron para su primer negocio y él decidió utilizar métodos ilegales para comenzar su empresa.

Y a partir de ahí vamos conociendo los asuntos de cada miembro de la familia y de cómo se llevan entre ellos. Chirbes transmite una visión muy actual de los problemas de nuestra sociedad a través de los personajes de su novela.

Hay que hacer una mención especial a la extraña presencia (para mi lo ha sido) de un escritor amigo del constructor, Brouard, hasta que deja de serlo por escribir una novela -sobre corrupción urbanística- de la que todo el mundo dice que Rubén es el protagonista. 

Chirbes presenta al escritor, fracasado y desahuciado, de forma despiadada. Se podría pensar en una autorreferencia (Chirbes en Crematorio escribe sobre un constructor y habla solapadamente de corrupción) si no fuera porque Chirbes no es un fracasado.

Se hizo una serie para televisión basada en la novela, con Pepe Sancho en el papel de Rubén, en una gran interpretación y que contó con la participación del propio Chirbes.

No dejéis de leer Crematorio.