Una de las pancartas de la Pza de Catalunya |
La aprobación de esa ley no es más que una gota a añadir al mismo vaso que ya está casi lleno y cuyos efectos comenzaron a hacerse visibles, al fin, con las protestas del 15 de mayo y el rechazo ayer a la prohibición de la Junta Electoral Central de hacer concentraciones de protesta el día de reflexión y el de las votaciones municipales.
Afortunadamente el sentido común ha hecho que no haya nada que lamentar puesto que los acampados en las distintas plazas de España no se han visto forzados a marcharse (como algunos políticos pedían, una muestra más de su miseria intelectual).
Ayer me acerqué a la Plaza de Cataluña, que es donde se realizan las concentraciones en Barcelona, había buen ambiente y a la hora que llegué había asamblea, mucha gente haciendo corro sentada alrededor de los ponentes, reflexionando en alto. No había banderas de ningún tipo ni pasquines de partidos políticos, sólo pancartas y muchas notas, la mayor parte manuscritas.
Ayer me acerqué a la Plaza de Cataluña, que es donde se realizan las concentraciones en Barcelona, había buen ambiente y a la hora que llegué había asamblea, mucha gente haciendo corro sentada alrededor de los ponentes, reflexionando en alto. No había banderas de ningún tipo ni pasquines de partidos políticos, sólo pancartas y muchas notas, la mayor parte manuscritas.
La crisis ha afectado a la clase política (más todavía, puesto que viven en crisis permanente desde hace años). Los políticos también tienen miedo de quedarse sin su puesto de trabajo, que deben a un partido y por lo que no pueden discrepar, lo que trae como consecuencia que no pueden defender adecuadamente los intereses de los ciudadanos que les votan.
Es difícil actuar contra aquellos que critican la forma de ser y de actuar de los partidos políticos, cuando no se alinean con ninguna tendencia, por eso se habla de "protesta de los jóvenes", unos dicen de forma paternalista que hay que escuchar y otros dicen que hay que actuar conforme a la ley, como si fueran simples delincuentes y desalojarles directamente.
Con mi edad no pego ni con cola en esas asambleas que han formado de manera espontánea, pero pienso igual que ellos desde hace años. No se trata de una protesta "de jóvenes"; este grupo da ahora la cara por todos los que pensamos lo mismo que no debemos ser pocos.
Los problemas absorben los resursos de la gente, lo que obliga a dejar en manos de políticos mediocres las decisiones importantes que nos afectan directamente.
Acabaré casi por donde empecé, hemos podido ver el enorme poder de INTERNET para el establecimiento de redes y contactos personales, para proporcionar "otra información" fuera de los círculos tradicionales (demasiado controlados), en definitiva, para hacer más libre a la gente, y poner en evidencia (solo hay que ver la gestión de la Ley Sinde) la categoría y los conocimientos de nuestros políticos.
Las protestas no piden abstención ni que no se vaya a votar, no dicen que podamos prescindir de políticos, no son antipolíticas ni antisistema. Se pide que los políticos representen a la sociedad que los vota, una democracia más ajustada a su nombre.
Los problemas absorben los resursos de la gente, lo que obliga a dejar en manos de políticos mediocres las decisiones importantes que nos afectan directamente.
Hay que reducir el tremendo poder de unos pocos partidos, que prácticamente mantienen un monopolio: hay que liberalizar el mercado de la política para evitar el abuso de posición dominante de los partidos mayoritarios. ¿De cuántos partidos recibimos propaganda en nuestro buzón? sólo de aquellos que pueden permitírselo. ¿Es lógico que el tiempo de propaganda electoral dedicado a los partidos políticos en televisión se imponga a los profesionales de la comunicación?. ¿Tenemos opciones reales de escuchar "a los otros"?
La profunda crisis económica ha hecho aflorar a la superficie una grave crisis política y social (que por otra parte ya conocíamos desde hace tiempo).
Tomando como punto de partida estas protestas, el camino a recorrer hasta que se produzcan los cambios reales que permitan resolver la crisis política va a ser muy difícil, los partidos políticos y en general los gobernantes están demasiado acostumbrados al "ya se les pasará" y aquí paz y después gloria y volveremos a empezar.
La política debe depender más de nosotros mismos, de una mayor implicación, no limitarnos a soltar un voto y dejar que otros actúen sin escuchar a nadie hasta que llega la época de las elecciones y repitiendo la historia año tras año.
Tomando como punto de partida estas protestas, el camino a recorrer hasta que se produzcan los cambios reales que permitan resolver la crisis política va a ser muy difícil, los partidos políticos y en general los gobernantes están demasiado acostumbrados al "ya se les pasará" y aquí paz y después gloria y volveremos a empezar.
La política debe depender más de nosotros mismos, de una mayor implicación, no limitarnos a soltar un voto y dejar que otros actúen sin escuchar a nadie hasta que llega la época de las elecciones y repitiendo la historia año tras año.
Acabaré casi por donde empecé, hemos podido ver el enorme poder de INTERNET para el establecimiento de redes y contactos personales, para proporcionar "otra información" fuera de los círculos tradicionales (demasiado controlados), en definitiva, para hacer más libre a la gente, y poner en evidencia (solo hay que ver la gestión de la Ley Sinde) la categoría y los conocimientos de nuestros políticos.