miércoles, 7 de diciembre de 2011

IN TIME

No pensaba que en cartelera hubiera una película de interés hasta que leí la recomendación del blog de Enrique Dans, así que decidí ir al cine a ver la película In Time.

Y me ha gustado. Me parece una película además muy interesante. Si alguien pincha en la parte de la derecha en el tag "cine" verá que en general no suelo ser benevolente con las películas que veo, pero he salido bastante contento con mi inversión de 6,6 euros (más una caña y un montadito que me tomé fuera, esta vez no malgasté el dinero dentro del cine).

Al protagonista se le muere en las manos su madre de 50 años, muy bien llevados pues el personaje es interpretado por Olivia Wilde (13 en la serie de House, muy guapa la chica). Y se muere porque se le acaba el tiempo...

En el mundo de In Time se paga todo con tiempo, tiempo de vida, los trabajadores no reciben dólares, reciben minutos. 

El desarrollo de la vida es normal hasta los 25 años, a partir de ahí no se envejece pero a cambio cuando se alcanza esa edad a cada persona le empieza a contar un reloj impreso en el brazo que va hacia atrás. Se empieza con un año y el reloj va restando con el paso del tiempo y sumando con lo que vas ganando, o robando, como hacen las bandas organizadas del barrio del protagonista, el barrio pobre.

En el barrio pobre la gente  lleva impresa en sus brazos unos días como máximo, lo que les obliga a estar siempre muy activos para no acabar muertos. Un café cuesta 3 minutos de vida...

Lógicamente también hay barrios de ricos, de aquellos que ganan montones de tiempo prestándolo  a intereses cada vez más altos, gente que tiene miles de años en el bolsillo, como el gran prestamista de tiempo (interpretado por Vincent Kartheiser, uno de los personajes de Mad men) que es el gran banquero de la película, que casualmente tiene una hija bastante resultona (Amanda Seyfried) que al final se liará con el héroe y se dedicarán a actuar como Robin Hood, regalando dinero tiempo a los necesitados.

Es difícil describir la película, pero se puede ver una alegoría de la situación que se vive en el mundo de la globalización con relación al capitalismo que parece que nos está llevando a una situación sin salida (parece, pero al final saldremos del túnel) y una crítica al egoísmo propio y de los que tienen el poder económico.

Al final hubo gente que aplaudió, pero más que por razones metafísicas profundas relativas a lo malo que puede ser el capitalismo, por el romanticismo de la pareja protagonista luchando contra el mundo y ayudando a los necesitados.

Una película original y recomendable, aunque probablemente tampoco pase a los anales del cine.

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