domingo, 29 de marzo de 2009

EL LIBRO ELECTRÓNICO: ¿PAPEL O PANTALLA?

De la misma manera que sucedió con la fotografía digital, hace tiempo se comenzó a hablar de los libros electrónicos, aparatos en los que se podrían tener almacenados cientos de libros que podrían leerse en una pantalla.

Hace poco se ha dado la noticia de la nueva versión del lector de libros electrónicos de Amazon "kindle", del que se hablan maravillas y cuya primera versión vendió en USA medio millón de unidades.

La idea del libro electrónico tiene bastante solera, siendo el principal problema conseguir una pantalla en la que leer que no canse la vista, como puede ocurrir con las pantallas de un ordenador que las hacen muy poco viables para leer en ellas documentos largos.

Parece ser que se ha evitado la retroiluminación y eso ha supuesto un gran paso adelante. Además, estos equipos, permiten la descarga directa desde INTERNET a un precio en principio razonable.

La cuestión es si tendrán éxito en Europa y en España, sin ir más lejos. Para responder si realmente se verán por Europa hay que acordarse del dilema entre las cámaras fotográficas digitales y analógicas. ¿Quién no conoce a alguien que estaba convencido que nunca llegarían a alcanzar la superioridad de las analógicas?

Estoy convencido de que estos equipos se impondrán como se impusieron las cámaras digitales. Incluso hoy muchos de los aparatos que compramos llevan una guía rápida en papel y remiten para instrucciones más elaboradas a documentos en formato pdf que son (por lo menos para mi) prácticamente imposibles de leer en la pantalla de un ordenador.

Aunque este tipo de libros electrónicos empiece a pegar ahora más fuerte, recuerdo que en mi PDA ya visualizaba libros y documentos pdf hace tiempo (por lo menos desde el año 2003 en que la compré), es una PALM Tungsteen T2, y ahora utilizo como visualizador Plucker, un lector de documentos para dispositivos basados en PALM OS, pudiendo descargar libros con el formato de este visualizador desde páginas como las del Proyecto Gutemberg.

En las fotografías se ve la PDA ya un poco castigada por los años (de hecho el interruptor de apagado no funciona, debe apagarse sola, sin embargo la batería funciona como el primer día) y el lector plucker mostrando una página de "El Quijote" obtenido de la página del Proyecto Gutemberg antes citado.

Por ejemplo, se puede leer bastante bien un libro (casi no hay brillos), el problema: la pantalla es pequeña. Con esto lo que quiero decir es que la lectura de documentos en aparatos móviles lleva mucho tiempo estudiándose y ahora parece que ha dado un gran paso adelante con la aparición de la llamada tinta electrónica que aunque todavía haya que perfeccionar no me cabe duda que no tardarán en fabricarse dispositivos (baratos) que permitan leer libros en condiciones adecuadas, incluso aprovechando opciones multimedia (imágenes en color, movimiento, etc)

Por el momento estos lectores de libros son bastante caros (aunque puedo decir que del orden de lo que me costó la PALM hace ya 5 años). En este enlace se puede encontrar una lista de lectores electrónicos.

Sin embargo, a diferencia de la cámara réflex analógica que ya prácticamente no utilizo, aunque adquiera un dispositivo de lectura de libros, no tengo ninguna duda de que seguiré leyendo libros de papel y pasando hojas con los dedos, y seguiré haciendo anotaciones con lápiz o pintura o bolígrafo. Nunca será lo mismo con un aparato electrónico.

sábado, 28 de marzo de 2009

LA PROPORCIÓN ÁUREA


TÍTULO: LA PROPORCIÓN ÁUREA
AUTOR: MARIO LIVIO
EDITOR: EDITORIAL ARIEL, S.A.
TEMA: DIVULGACIÓN CIENTÍFICA
ISBN: 978-84-344-5531-3
FECHA DE LECTURA: 15/03/2009
VALORACIÓN: 8/10

Tengo especial predilección por los libros de divulgación en los que se trata de forma didáctica algún aspecto relacionado con las matemáticas. La llamada proporción áurea es un número: ¿un simple número justifica que se le dedique un libro?. La respuesta es afirmativa porque el número tiene algunas peculiaridades, aunque quizás el autor se podía haber ahorrado algunas páginas y ahora me explico.
El autor es físico, por lo que en ocasiones a lo largo del libro divaga con aspectos no relacionados con el tema central, ni siquiera de forma directa, aunque los protagonistas de estas historias sí conocieran el número y algunas de sus propiedades (por ejemplo, en el caso de Kepler, acaba hablando de las leyes del movimiento planetario, aunque la particular visión cosmológica de Kepler incluyera como piezas fundamentales los dodecaedros, formados por pentágonos, íntimamente relacionados con la proporción áurea).

Si extraemos la raíz cuadrada de 5, sumamos 1 y al resultado lo dividimos entre 2 obtenemos la proporción áurea (1,618033989..). Si supiera cómo poner la raíz en el blog, lo pondría un poco mejor, ya aprenderé.
La proporción áurea se definió a partir de un segmento dividido en dos de tal manera que la proporción entre el segmento mayor y el menor es la misma que la relación entre todo el segmento y el segmento mayor que ha quedado en la división inicial.

¿Por qué resulta este número tan sorprendente? Me remito al libro, pero diré dos cosas:
- si tenemos un pentágono regular y unimos dos vértices no contiguos, la proporción entre esa diagonal y el lado del pentágono es el número áureo.
- los llamados números de Fibonacci (forman una serie en la que cada par es la suma de los dos anteriores, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13...) aparecen sistemáticamente en formaciones que se dan en la naturaleza: la relación (cociente) entre un número dado de esta serie y el anterior es cada vez más parecida a la sección áurea, más cuanto más nos alejemos en la serie.

Lo que para mi ha resultado más sorprendente del libro es la aparición del número áureo en estructuras moleculares de ciertas aleaciones metálicas, la explicación se da en el libro.

El autor va analizando el conocimiento de la proporción áurea a lo largo de los tiempos, su posible presencia en obras antiguas (Partenón, pirámides), los cuadros de grandes pintores (Giotto, Leonardo) y en la literatura. Establece una interesante crítica razonada contra los numerólogos y la numerología, que "fuerza" artificialmente las relaciones entre los números, llegando a la conclusión que contrariamente a lo que muchos autores modernos pretenden sugerir, todo parece indicar que los antiguos no utilizaron la proporción áurea para sus creaciones.

En el capítulo final analiza un problema muy estudiado, pero todavía sin solución, pues entra en el terreno de la metafísica: ¿las matemáticas son una creación de los hombres o están ahí y son independientes de nosotros, que nos limitamos a descubrir las sorpresas que encierran?

Por ejemplo, la proporción áurea y las series de Fibonacci son creaciones humanas pero ¿quién podía imaginar que algo aparentemente tan diferente pudiera estar tan estrechamente ligado?

En resumen, un libro que recomiendo por la sencillez de su lectura y las continuas sorpresas que van apareciendo a lo largo de sus páginas.

No ha sido el primer libro que leo de esta línea, otros títulos de mi biblioteca (que también he leído y recomiendo): "El enigma de Fermat", "La música de los números primos" este último muy denso, más técnico pero no menos interesante.

domingo, 8 de marzo de 2009

WATCHMEN

Ayer estuve en el cine. Fui a ver Watchmen, que ha generado grandes expectativas, especialmente para aquellos seguidores del cómic, que yo desconocía y por lo que había leido se podía convertir en una película de culto. Pues nada de eso.

La película atraviesa tres fases:
- la primera fase es un poco decepcionante porque todavía no entiendes a los personajes ni la clave de la historia, que poco a poco comienza a aparecer;
- una vez superada esta fase, gana en interés y empieza lo mejor, que hace pensar que se va a tratar de algo memorable (esta es mi segunda fase)
- la tercera fase en esta particular separación que realizo es, sin embargo, la debacle, no sólo por lo que sucede, sino porque hunde la película, ignoro si lo que sale forma parte de la historia del comic, lo que sí sé es que me parece lamentable, una forma artificial de acabar con la película (con diálogos y escenas surrealistas que no encajan en la historia) a la que para más inri se le añade un final ¿dulzón? que no tiene ningún sentido.

La historia trata de un grupo de héroes enmascarados de los años 40-50 pasados ya de época (estamos en 1985), de los cuales algunos están en activo: el justiciero Rorschach (que lleva una máscara tipo pasamontañas con una mancha negra que cambia - os podéis imaginar qué forma la mancha) un superhombre con superpoderes (como no podía ser menos) después de un accidente nuclear, otro de ellos se ha convertido en un magnate, otro es un personaje gris que se limita a sobrevivir, etc. La historia comienza cuando uno de los súperhéroes es asesinado, desde este momento la película pasa a describir las vidas y miserias de cada uno de los antiguos héroes a los que una ley les prohibió en su día llevar máscaras pero algunos se resiten a hacerlo. Esta fase es para mi la más interesante.

Al final se trata de salvar el mundo, lo que se consigue de una forma peculiar, mezclando algunos personajes históricos (razonablemente bien caracterizados) que para mi no encajan.

En bastantes momentos, Rorschach, probablemente al que se dota de más personalidad (es el más justiciero del grupo, poco antes del final de la película caí en la cuenta de la razón del nombre) recuerda en gran medida a aquel otro genial personaje derrotado, interpretado por Mickey Rourke, en Sin City. No sólo lo recuerda sino que hay una escena que se puede decir está copiada directamente.

Había poca gente en el cine (no éramos más de 25 personas, eso quizá debería hacer plantearse a los responsables de las salas que sería más interesante bajar el precio de las entradas, me costó 6,6 €). Además, muchos de los pocos que había se quejaron de su mucha duración (cerca de 3 horas, sólo se me hizo un poco pesada la parte inicial, hasta que empecé a entender la historia), algunos se marcharon, lo que también demuestra desde mi punto de vista que no eran muy aficionados al cine, más o menos como yo, que fui a ver un poco de acción sin más pretensiones (a decir verdad, esperaba algo más...)

También vi gente quizá demasiado joven para esto tipo de película, que tampoco era fácil de seguir, de hecho al final escuché comentarios de chavales "que no se habían enterado".

Pensé que iba a ver una película del calibre de Sin City (que vi en el cine, en la televisión y después compré el DVD), en algún momento parecía que llevaba ese camino pero al final, un desastre.

Lo mejor, los efectos especiales y la parte de desarrollo central de la película, la descripción de las vidas y miserias de los héroes con un aire similar a Sin City y que la hace más realista.

Lo peor, el surrealismo de ciertas escenas, de ciertos diálogos y el final de la película, que acaba realmente con ella.

En resumen, no puedo negar que la película tiene cosas interesantes, pero al final no llega ni al aprobado raspado.