lunes, 9 de febrero de 2009

AHORRO ENERGÉTICO EN TELEVISORES

Acabo de escuchar en televisión (TVE-1) que si evitáramos poner en stand-by (modo de espera) el televisor podríamos ahorrarnos hasta 40 € al año.

Vamos a ver si es cierto, utilizaré mi televisor (LCD pantalla plana de 40"). Imaginemos que tengo el televisor todo el año en stand-by (lo que evidentemente no es cierto), en total 8.760 horas (1 año) con un precio por kWh de 0,11248 €/kWh (lo estoy viendo en la factura de enero, sin considerar impuestos ni recargos ni descuentos).

Tengo tres casos (según el modo de espera, datos de consumo del fabricante), calculo lo que me ahorraría en cada caso si apagara el televisor:

Modo de espera básico, consumo 0,19 W, ahorro: 0,19 x 8.760 / 1.000 kWh x 0,11248 €/kWh = 0,187 €/año, muy lejos de los 40 €

Modo control HDMI, consumo 0,6 W, el ahorro 3 veces más que antes, total 0,59 €/año, también muy lejos de los 40 €

Modo de inicio rápido, consumo 16 W: 16 x 8.760 / 1.000 kWh x 0,11248 = 15,76 €, que es el que más se aproxima

Conclusión: considerando que no tenemos todo el año apagado el televisor y estamos calculando lo que gasta apagado, es evidente que o bien han exagerado mucho el dato o bien el televisor que usaron de base de cálculo consume mucho más en modo de espera (que será el caso).

La moraleja: cuando vayas a comprar un televisor, pide uno de bajo consumo en modo de espera y disfruta de la comodidad de encender la tele con el mando (sí, ya sé que muchos pocos hacen un mucho y que esto no es políticamente correcto, pero...)

martes, 3 de febrero de 2009

I AM LEGEND (SOY LEYENDA) VS WALL-E

(Nota para el que no haya visto las películas y quiera hacerlo: se indican aspectos de la trama de las películas que quizá no se quieran leer)

Extraña comparación la de las dos películas, dirán los aficionados al cine, pero es evidente que tienen algunas cosas en común.

El caso es que para amortizar mi nueva adquisición y de paso ver una película algo diferente de las que emiten en televisión en alguno de los muchos canales, estuve el fin de semana pasado en una conocida superficie comercial y me compré dos películas, "Soy leyenda" y "WALL-e", la primera me costó 8 € y la segunda creo recordar 18€.

En estos últimos días he visto las dos películas. En ambos casos, los protagonistas empiezan solos en la Tierra, uno es humano y el otro, un simpático robot cúbico.

El trasfondo común: una catástrofe, distinta en cada caso pero las dos provocadas por el hombre en un futuro más o menos lejano.

En "Soy leyenda", Will Smith interpreta a un médico militar que vive solo en su casa en busca de un antídoto para un virus que se les fue de las manos y que provocó la muerte de casi toda la humanidad, entre los muertos, su familia al salir de Nueva York cuando está siendo evacuada.

Los infectados adquieren una especie de rabia y no toleran la luz, por lo que sólo salen por la noche. El protagonista es unos de los pocos supervivientes que no se puede infectar (lo que utiliza para buscar el antídoto).

La película tiene escenas que recuerdan "La noche de los muertos vivientes" también hay toques de Terminator (especialmente en las reflexiones del final) y algo de una película que titulada "El mensajero" que protagonizaba Kevin Costner.

Además, resulta interesante ver algunos lugares de Nueva York (Times Square, Flatiron Building) vacíos y las calles con matorrales y hierbas.

En el caso del solitario WALL-E, para variar, los humanos han acabado contaminando todo el planeta de manera que han tenido que huir en naves espaciales donde viven como "en un mundo feliz" donde se les da todo hecho y están como auténticos cebones (debido a la ausencia de gravedad, el exceso de comida y la falta de ejercicio, supongo que también sirve como crítica a la sociedad americana y occidental en general).

Al dejar la tierra, sólo dejaron robots limpiadores, uno de ellos el protagonista, WALL-E, que en una de sus exploraciones encuentra una pequeña planta.

Desde la nave humana envían a otro robot (EVA) buscando algún signo de vida que al final encuentra (la planta de WALL-E) que es la señal de que ya puede volverse al planeta azul; lógicamente no será fácil, porque el ordenador de la nave tratará de impedirlo, un homenaje claro a la famosa 2001 Una odisea espacial.

Además el robot protagonista se ve claramente influenciado por E.T., especialmente cuando pronuncia EVA (es un acrónimo cuyo significado no recuerdo, también los es WALL).

En definitiva, dos películas que no pasan del entretenimiento, la primera es una más del montón de películas que se podrían llamar de serie B y la del robot es muy limitada, lo único que se salva es el robot y... que en el envase de la película regalaban unas semillas de pino que ya he plantado.

domingo, 1 de febrero de 2009

LA GUERRA DE LOS SEIS DÍAS

TÍTULO: LA GUERRA DE LOS SEIS DÍAS
AUTOR: MICHAEL B. OREN
EDITOR: RBA
TEMA: HISTORIA S.XX
ISBN: 978-84-473-4603-5
FECHA DE LECTURA: 1/2/2009
VALORACIÓN: 7/10

La ventaja de los lanzamientos iniciales de colecciones, en este caso la "Biblioteca de grandes batallas" de RBA, es que por un precio muy asequible puedes adquirir libros en tapa gruesa de calidad. Justo es también añadir que en general la relación calidad/precio de estas colecciones está bien ajustada.

El último libro que he leído trata de la Guerra de los Seis días (en el mundo árabe recibe el nombre de "guerra de junio"), fue la tercera guerra árabe-israelí (la primera tuvo lugar en 1948, con la invasión árabe de Israel por la proclamación de su independencia, la segunda fue en 1956, con la invasión israelí de la península del Sinaí, instigada por Francia y Gran bretaña por la nacionalización del canal de Suez por parte de Nasser).

El libro, con una óptica israelí, relata los antecedentes de la guerra, las situaciones de tensión en el gobierno de Israel por ser el primero en atacar o esperar ante la inminencia de un ataque árabe contra su país.

La decisión se precipita con la expulsión por parte de Egipto de las fuerzas de la ONU y el posterior bloqueo de los estrechos de Tiran (la salida del golfo de Aqaba, cuyo bloqueo aislaba A Israel del mar Rojo) a lo que se añaden los contactos entre Egipto y Jordania. El libro desarrolla la situación política en las semanas previas a la guerra para después describir día a día el transcurso de la batalla en los tres frentes: Egipto (Gaza y la península del Sinaí), Jordania (Cisjordania y Jerusalén) y Siria (Altos del Golán) relatando a brumadora victoria israelí, que multiplicó el territorio del Estado de Israel por tres. En la actualidad Israel todavía controla los altos del Golán, Cisjordania y Jerusalén, devolvió la Península del Sinaí a Egipto por los acuerdos de Camp David.

Se destacan las difíciles relaciones entre los países del mundo árabe, con tensiones entre Siria y Egipto, por una parte y Jordania por otra, acusado este último país de ser pro-occidental (tradicionalmente ha tenido buenas relaciones con Estados Unidos). Las buenas relaciones de Jordania con EEUU no impidieron que proporcionara su apoyo a Siria y a Egipto en su lucha contra Israel.

También se analiza en el libro el principal problema de la zona: los palestinos y la legitimidad de optar por su tierra. Los problemas que generan los movimientos de liberación palestinos a Jordania. Y la relación de las dos superpotencias en el conflicto, la URSS con los árabes y los EEUU con un apoyo más o menos decidido a Israel, con un punto de especial tensión al atacar los israelíes un barco norteamericano (al parecer por error) provocando varios muertos, con las consiguientes disculpas de los israelíes y reparaciones económicas a los familiares (también con suspiros de alivio, al no tratarse de un barco ruso)

El siguiente capítulo de la historia sería la Guerra del Yon Kippur (sólo seis años después), que precipitó la primera crisis importante del petróleo pero hubo antes de esta fecha varios episodios de escaramuzas entre Israel y sus vecinos e incluso en 1970 una sublevación de los palestinos liderados por Yaser Arafat que les costó el exilio al Líbano.

Después de todos los años pasados (con la invasión del Líbano por parte de Israel en 1982 incluida), si echamos una ojeada por Oriente Medio vemos que todavía continúa la misma inquina, los mismos odios, no existe un estado palestino y muchos no reconocen el derecho a la existencia de Israel, la situación está como al principio. Aunque el libro trata de una guerra del año 1967 (el mismo año en que nací) desgraciadamente lo que he leído no me ha resultado lejano en el tiempo. No habrá paz hasta que no se reconozca el derecho de Israel a existir y se cree un estado palestino de verdad.

El libro es recomendable (especialemente si se es aficionado a la historia y la geopolítica y se quiere conocer algo más el conflicto árabe-israelí) aunque no hay que olvidar que el autor es israelí (si bien ha utilizado fuentes y entrevistas de los agentes implicados, árabes, israelíes, americanos y rusos). No sólo resulta correcta y ágil la descripción de los días de guerra, sino que se leen con gran interés todos los aspectos geopolíticos, el envoltorio de la guerra con todos los agentes implicados (es, de hecho, lo más interesante).

Sólo he visto un aspecto negativo menor, pero que suele ser bastante habitual en estos libros, los mapas, que aunque son suficientes para seguir el texto, podrían estar más detallados.

Un último comentario: es la primera vez que reseño un libro públicamente (aunque esto implica tener un público que de momento no es muy numeroso...), estoy seguro de que no será la última.

domingo, 25 de enero de 2009

QUÉ SERÍA DE NOSOTROS SIN UNA BIRRA, O DOS

Así es, unas birras y un poco de buen humor. Aunque es publicidad de una conocida marca, el spot es divertido.



Encontré el vídeo pinchando arriba a la izquierda en "siguiente blog": me apareció aleatoriamente este enlace, donde hay otros videos de publicidad interesantes.

Edito (20/2/09): Acabo de ver el anuncio en TV doblado al castellano, aunque no hay mucho que doblar.

Edito (23/4/09): El vídeo ya no está disponible

Edito (29/4/09): Enlace del vídeo en español

jueves, 22 de enero de 2009

TIEMPOS DE CAMBIOS

Así es, tres meses después de comenzar mi incursión "directa" en el fascinante mundo de la WEB 2.0 (apertura de este blog, una cuenta en flickr, y otras cosas que uno va aprendiendo poco a poco...) es bastante probable que me afecten cambios importantes y como soy bastante optimista pienso que, incluso en estos tiempos de crisis, serán para bien.

Y para ilustrar esta entrada, una fotografía de una planta a la que no han afectado los cambios drásticos que ha tenido que padecer (como sabe todo el mundo, este año el invierno ha sido revuelto y frío).


La llaman, entre otros nombres, inmortal o siempreviva y con bastante razón, porque en las fechas en las que estamos, tengo la planta con muchas flores como las que se ven en la foto, en pleno invierno, un motivo más para el optimismo.

Respecto al blog, como se puede apreciar es complicado mantenerlo vivo, pero esa es mi intención aunque ahora vaya a costarme algo (bastante) más.

Edito (24/01/09). Aguantó las bajas temperaturas, pero no el viento... menos mal que no creo en los malos augurios.

Edito (28/03/09). A los dos meses de mi primera edición, la situación ha empeorado ostensiblemente, sin embargo, brotaron más inmortales y yo sigo sin creer en los malos augurios.

domingo, 11 de enero de 2009

DE COMPRAS Y DE MOTIVACIÓN

Después de bastantes días sin escribir, comienzo el año 2009 (el año de la crisis, no sé si existirá en el calendario chino) con una historia real que me sucedió ayer.

Este sábado fui a comprar un televisor de pantalla plana para sustituir al que tenía, que se me ha averiado (de los clásicos de tubo).

Previamente, la semana pasada había estado mirando equipos hasta que me decidí por uno de ellos, al ajustarse a lo que estaba buscando. Además, seleccioné dónde comprarlo, con un fuerte ahorro respecto del precio que había visto del mismo equipo en unos grandes almacenes muy conocidos.

Entré en el comercio y después de hacer un par de preguntas al dependiente que me atendió le pregunté si debía coger un carrito (el televisor es muy voluminoso). "Vale" me dijo no muy convencido.

Me dirijo a la entrada, introduzco una moneda de 1 euro, el carro no sale, "será de 50 céntimos" pienso, tampoco vale; levanto la vista y observo un cartel en el que se indica que hay que pedir la ficha al personal del centro. Me dirijo hacia donde pienso que las sirven, estaban atendiendo en esos momentos a una pareja.

- Por favor, puedes darme una ficha para el carro. - Como parecía que tardaba con los otros clientes, me decidí a pedir la ficha, suponiendo que el dar una ficha no era un tema complejo.
- Un momento, por favor. - Me dijo la chica del mostrador.

Pasaban los minutos, yo me movía un poco para hacer tiempo y buscar si había otro sitio donde me pudieran dar la ficha en cuestión. Observo que la pareja ha acabado y me dirijo al mostrador. La chica, delante de su pantalla, como que no me ve.

- Hola. - Digo, intentando abrir conversación - Quería una ficha para el carro.
- Aquí no damos fichas, es en información. - me enfado, pero no mucho, al fin y al cabo es sábado, voy a tener tele nueva, voy a ver el fútbol de impresión...
- ¿Por qué no me lo has dicho antes?-. Pregunto, ante lo cual, la chica coge el teléfono, avisa a su responsable, que llega poco después y me dice que la siga.

- ¿Os parece normal que lleve un cuarto de hora esperando por un carro?. Deberíais decir a vuestros jefes que no es muy razonable. - Intenté quitar hierro haciendo este comentario de buen talante: la persona a la que seguía ni se inmutó, no dijo nada, pero nada de nada.

Al final llegamos a la sección de información, abre un cajón, abre otro, nada, abre otro, parece que no hay fichas. Al final da con una de ellas.

- Gracias.
- Por favor, el carné de identidad. - Me dice.
- ¿El carné de identidad para un carro?. - Digo asombrado, sin enfado, con ligera sonrisa. Por supuesto, le doy el carné, cojo la ficha, recojo el carro y me dirijo por mi tele.

Después de un rato, llega el hombre que me había atendido inicialmente y me dice que me va a tomar los datos para la factura. Un compañero suyo aparece por allí y al ver que está retirando un televisor le pregunta:
- ¿traigo un carro?.
- no, ya lo ha traído el cliente. - Respondió. Por supuesto que lo había traído. Ahora se disponía a tomar los datos.
- Por favor, me dejas el carné de identidad. - Me pidió como quien pide una barra de pan en una panadería.

Ahora una pausa en el relato, más o menos igual a la que yo hice en ese momento, pensando en posibles cámaras ocultas.

- Mi carné de identidad lo tiene tu compañera en la entrada.- Dije sin ninguna acritud, "como rehén a cambio del carrito" podía haber añadido.
- Vale, no pasa nada, me lo dices y ya está. - Me pareció ver que esbozaba una sonrisa.
- Si quieres te doy el carné de conducir.
- Vale.- Se lo di.

Me quedé pensando con cierta preocupación: "todavía me quedan la VISA, la SOLRED, la de la Seguridad Social, la del VIP y alguna más... tengo algún margen para repartir y poder sacar la tele de la tienda"

Me dice que ya ha acabado, me da un número con el que tengo que ir a caja para que me cobren. Voy hacia allí, veo a la chica que me dio la ficha.

- Tu compañero me pidió el carné de identidad.
- Sí ya, lo tengo yo. - ya sé que lo tienes tú, pensé.- Deberías indicar a tus jefes que esto no es nada razonable.- Añadí.
- Yo recibo órdenes.
- Gracias, ahora vengo a recuperar mi carné. - Salí fuera, metí el televisor en el coche, regresé, recogí el carné y no dije nada más.

Y no hacía falta que dijera nada más puesto que de nada hubiera servido. Y esta historia tiene su moraleja.

Resulta triste comprobar la falta de motivación de la gente trabajando. Estoy seguro de que la chica cumplía órdenes y que nunca hablará a sus jefes de mi queja, porque eso supone una implicación y un interés que sospecho sus jefes no van a reconocer o porque la rotación de personal es tan grande que no vale la pena ir más allá de aceptar lo establecido (aunque esté mal) y hacer tu trabajo sin dar ningún tipo de explicaciones y casi sin mirar a la cara al cliente (hay que reconocer que el tratar con mucha gente no siempre es fácil).

Independientemente de que pueda entender la desmotivación, pienso que en los trabajos de cara al público se debe ser un poco más sociable y no limitarse a decir "son órdenes" sobre todo cuado el cliente intenta mostrarse comprensivo y amable.